Jesús es una de nuestras mayores riquezas. Y eso se ha de notar en nuestra forma de ser, de estudiar, de trabajar, de hablar. Se ha de notar que lo estamos esperando con gran alegría. ¡¡¡Qué nadie nos apague la luz de nuestra fe!!!.
Pronto terminaremos el año litúrgico para entrar en el adviento. Así que cada vez tenemos que estar más cerca de él, a ser cada día más amigos suyos. Conectarnos a él con el cargador de la oración, así cuando nos llame, nunca será una llamada perdida.
Aquí os dejo una pequeña oración que os puede servir para estar más cerca de Jesús.
TE ESPERARÉ, SEÑOR:
Con la alegría de mi corazón, para recibirte.
Con la lámpara de mi fe, para seguirte.
Con la esperanza de mi alma, para abrazarte.
Con la ilusión de mi vida, para vivir en Ti.
TE ESPERARÉ, SEÑOR:
Con los ojos en el cielo, para ir a Ti.
Con los pies en la tierra, para hacer el bien.
Con mis manos juntas, para rezarte a Ti.
Con mi pensamiento en tu Palabra, para no perderme.
¡GRACIAS, SEÑOR!
Ayúdame a mantener encendida la lámpara de mi fe.
Amén.
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