Como cristianos hoy más que nunca tenemos que pedir a Dios que nunca nos falte esa alegría de ser cristianos. Tenemos que reconocer que a veces no por tener muchas cosas materiales somos felices.
Juan Bautista, el enviado de Dios nos da un último aviso: JESÚS ES EL QUE TIENE QUE LLEGAR
Esta alegría de la que hablamos no es barata ni comercial, sino solidaria, compasiva, contagiosa, sacrificada, inagotable. Una alegría que se identifica con Jesús que llega de nuevo para darnos la buena noticia.
Esta semana encenderemos la tercera vela de color roja: representa la alegría por el nacimiento de Jesús.
¡¡¡¡Qué emoción!!!! ya va quedando menos....
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