El viernes todo es dolor, llanto, oscuridad, porque Jesús ha muerto en la cruz. El sol se ha ocultado, negras nubes no dejan pasar su luz, porque el cielo hace duelo por la muerte de Jesús.
Después de su muerte, Jesús es bajado de la cruz. Su cuerpo es sostenido por su madre María que lo llora desconsoladamente. Luego Juan y otros amigos de Jesús envuelven su cuerpo con una sábana y lo llevan en procesión hasta el sepulcro.
En el sepulcro, todo es silencio y oscuridad.Así permanece el cuerpo todo el resto del día del viernes y todo el del sábado.
Cuando llegan las mujeres el domingo por la mañana a ungir con perfumes el cuerpo de Jesús se dan cuenta de que Jesús no está en el sepulcro.
¡¡¡JESÚS HA RESUCITADO!!!
Y estará siempre en nuestros corazones